Cada
21 de noviembre se celebra
la Presentación de María Santísima en el Templo y por ello también
realiza la “Jornada Pro Orantibus”, día en que los fieles son
invitados a dar gracias a Dios por aquellos y aquellas que entregan
su vida a
Dios en los conventos de clausura.
Según
la tradición, la niña María fue llevada al Templo por sus padres
para que integrara el grupo de doncellas que allí eran consagradas a
Dios e instruidas en la piedad.